17 mayo 2012

Otro poema de António Barahona

UNA MEMORIA, ENTRE MIL, DE SHAIKH MUSSA ADAM, MI PROFESOR DE ÁRABE Y DE SILENCIO
(en Sawa-Sawa, Mozambique, 1393, H.)

Solo ahora comprendo el sentido
del entrechocar de las jícaras,
ondulado timbre, tan sutil,
bajo la sombra del árbol del mango.

No fue un gesto descuidado, ni la
imitación de un brindis que súbito
hubiese transformado en vino el té verde,
sino un toque de africana complicidad,
islámico, fraterno y fructífero.

Siguió una sonrisa vasta, vastísima,
mientras el aire caliente devolvía en eco
el contacto de las jícaras.
Salió el sonido del tiempo
y penetró, sucinto, en la eternidad.

(De O Som do Sopro, 2011,
Traducción: Luis María Marina)

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