Siempre me ha parecido que “Le jet d’eau” contiene algunos de los versos más perfectos que he leído en francés.
“Oú sont Raynal Billy Dalize”
“Oú est Cremnitz qui s’engagea”
“Peut-etre sont-ils morts dejá”
No sé si en ello tendrá algo que ver el hecho de que el librito en que los aprendí de memoria, los caligramas de Gallimard, lo había comprado en la FNAC de Rennes, con quince años, cuando todo era nuevo. Todavía lo atesoro, en la balda secreta de mi biblioteca, a la que sólo tienen acceso los libros que me conocen demasiado bien. Casi no los leo.
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