10 diciembre 2009

Orphéu, número 2, poemas de Violante de Cysneiros

 

*N. B.*--Llegaron a la Redacción estos bellos poemas, obra de un ingenio anónimo y doliente. Los publicamos, pues de eso son dignos, sin importarnos la personalidad vital de donde emanen. Toda obra de arte es su propia justificación.

 

Orpheu.

 

 

A ÁLVARO DE CAMPOS, EL MAESTRO.

 

En la noche negra y antigua

Sólo la luz del Pharol:

Ora rubia, color de sol

Ora bermeja, enemiga.

 

En el seno negro y profundo

De la lóbrega noche durmiendo

El Pharol es Otro Mundo

Ya llorando, ya riendo.

 

En la noche negra, al final,

Todo a ella se limita:

¡Sólo el pharol es real!

 

La oscuridad no tiene fin

¡Oh, sensación infinita

-Soy ya sólo Pharol de Mí!

 

Junio, 1915

 

* * * * *

 

Toda mi alma se prende

En aquella forma de gracia;

Mas no en la forma viva,

Mas sí en la Línea que pasa.

 

Toda mi Alma se prende,

Bate las Alas – no se alza

Es como sombra distante

De aquella Línea que pasa.

 

La vida es apenas Espacio

Que va de la propia Línea

A su sombra en un solo trazo.

 

Cuando la Muerte sea vecina

Fundidas en el mismo Espacio

Será todo una Línea.

 

Junio, 1915

 

 

AL SR. FERNANDO PESSOA

 

Nada en Mí es necesario

Ni siquiera lo que fue soñado

Oh, cuentas de mi rosario

De un sueño nunca acabado.

 

Toda está hecho de Mí…

Sólo mi lejano pasado

Es como un sueño sin fin

Que el Otro ha ya soñado.

 

Cruzo mis brazos. No hablo.

Oigo una voz dolorida

Dentro de Mí evocarlo.

 

¡Marinero! ¡Isla Perdida!

Y lo que siento al soñarlo

Es la verdad de la vida.

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