15 septiembre 2009

Amor y poesía en Oriente (i)

 

Image2

Si poco se conoce en España de la labor creadora del exilio republicano en México, menos aún sabemos acerca del extraordinario quehacer editorial de los exiliados. Detrás de sellos como Séneca, Quetzal,  Atlante  o Litoral se hallan los nombres de Sender, Bergamín, del infatigable editor que es Altolaguirre. También continuaron en México su tarea, iniciada en España, editores como Costa Amic o como el valenciano José Bolea, quien funda Leyenda, y más tarde Centauro.

 

Precisamente, Centauro editó una curiosa (y bellísima) colección llamada “Amor y poesía en Oriente” que, en traducciones indirectas (pasando por el francés) de Domenchina y su mujer, Champourcin, aparecieron varios textos de la literatura oriental de tema amoroso.  Los volúmenes están ilustrados con bellas viñetas y diseños de la también exiliada Alma Tapia.

 

Por ahora he encontrado tres: El destierro de Rama, de Valmiki; La ronda de las estaciones, o Ritusamhara, y una selección de Cantos de los oasis del Hoggar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario