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fig. 1 (Foto de Karla Olvera) |
Materia de las nubes viaja. No podía ser de otro modo. Para empezar, sus dos destinatarios más inmediatos ya lo recibieron en Oxford (Luís Amorim de Sousa) y Viroflay (Karla Olvera). Y desde Viroflay, de la mano de K., ha emprendido un viaje sorprendentemente shandy. Cohabitó un rato con otras nubes, de aspecto dulce, recortadas del mismísimo corazón del Mediterráneo, y emplatadas con un refrescante toque de limón (fig.1). Viajó más tarde, a bordo del TGV, compartiendo asiento con un estuche de colorido diseño mexicano, un bolso amarillo, una botella de Evian y un apetitoso pedazo de quiche, camino de Burdeos (fig. 2). Y, hoy, quizás ya en Burdeos, me saluda con el dedo índice de K. apuntando a la necesidad de huir, siempre (fig. 3). Así son las nubes, viajan...
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fig. 2 (Foto de Karla Olvera) |
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fig. 3 (Foto de Karla Olvera) |
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